River Plate viajará a Tucumán en estado de conmoción por una derrota -y sobre todo por una actuación- que lo dejó contra las cuerdas en la Copa Libertadores. Dependerá ahora del entrenador Lucas Pusineri y de sus jugadores que AtléAtléticotico sepa aprovechar esta situación el sábado en el José Fierro.
En la noche del miércoles, el Palmeiras desnudó a la vista de todo el mundo su superioridad en jerarquía individual y funcionamiento colectivo con relación al equipo de Marcelo Gallardo. En función de lo visto en el primer tiempo, el “Verdao” podría haberle propinado una goleada que liquidara ya la serie ya en el Monumental.
Sin embargo, algún ajuste realizado en el intervalo por el “Muñeco”, más una visible merma del conjunto paulista permitieron que River recompusiera en algo su imagen en el complemento y firmara una derrota 1-2 que no hizo justicia con el trámite, pero que despierta la esperanza de sus hinchas.
“Estamos vivos, porque la diferencia es de un solo gol y porque mostramos reacción”, respondió Gallardo cuando se le consultó en rueda de prensa sobre cuál es su mensaje al simpatizante después de la caída en la ida de los cuartos de la principal competencia continental.
En la ocasión, ningún periodista consultó al entrenador sobre el compromiso que está a la vuelta de la esquina, una visita al “Decano” que de por sí suele ser incómoda para el “Millonario” y que esta vez parece serlo aún más, en medio de una serie crucial de Copa Libertadores. Con el aditamento que la “Banda Roja” está obligada a dar vuelta la historia ante un rival a todas luces superior y de visitante.
¿Qué once plantará Gallardo en el José Fierro a partir de las 21:15 del sábado? Con seguridad guardará casi todo y presentará una alineación alternativa, a lo sumo con un par de habituales titulares, por caso Paulo Díaz y Enzo Pérez, justamente los dos reemplazados el miércoles en el entretiempo y que se especula que no serían de la partida en el Allianz Parque.
Así las cosas, el “Muñeco” podrá mantener o no a Franco Armani en el arco (o brindarle una oportunidad a Jeremías Ledesma) y luego alinear a Fabricio Bustos, Sebastián Boselli, Díaz y Milton Casco. En el medio, las cosas son menos claras, pero podrían tener minutos Matías Galarza -no entró frente al Palmeiras- acompañado de otros dos volantes juveniles, como Juan Cruz Mesa y Santiago Lencina.
De 5 posicional podría ubicar a Pérez -si lo descarta para San Pablo- o al colombiano Kevin Castaño o directamente a Juan Portillo, quien parece haberse ganado el derecho a ser titular en ese lugar de la cancha frente al conjunto de Abel Ferreira.
Arriba, no hay tanto para elegir: el tándem Bautista Dadín-Ian Subiabre, o a lo sumo este último acompañado por el colombiano Miguel Borja, quien al ingresar el miércoles como sustituto no desentonó y casi consigue un agónico empate.
Está claro que un equipo “muletto” de River bien podría ser la alineación titular de casi cualquier otro de los 30 equipos que integran la liga argentina, que en cuanto a nivel pierde cada vez más terreno con relación a un Brasileirao que a esta altura es disputado palmo a palmo por Flamengo, Cruzeiro y el propio Palmeiras.
Así y todo, a priori parecer ser muy conveniente para Pusineri y los suyos recibir a un River que, pese a ser líder en soledad de la Zona B del Clausura y de la Tabla Anual, viene golpeado y con la necesidad imperiosa de abrazarse a una épica en suelo brasileño. Sobre todo, en un contexto en que el “Deca” no encuentra su mejor versión, o al menos la que pretenden ver sus hinchas.
Ante un oponente disminuido por las ausencias, Atlético necesita cortar una racha de dos derrotas consecutivas para espantar fantasmas y seguir peleando por meterse en los playoffs del torneo Clausura (se encuentra octavo, con mejor diferencia de gol que otros cuatro equipos).
“Hay que intentar escribir una historia nueva, contra un rival que tiene jerarquía, pero también nos mostró respeto”, reflexionó Gallardo antes de aludir a victorias memorables en rodeo ajeno en su anterior etapa en el club como entrenador, como la vistosa goleada 3-0 sobre Cruzeiro en la Libertadores 2015 o aquel agónico 2-1 sobre Gremio en 2018 que lo depositó en la final con Boca Juniors.
“Vivimos ya situaciones parecidas en otro momento”, describió, siempre pensando en Palmeiras.
En esta historia, Atlético Tucumán "la juega de callado" y tratará de sacar máximo provecho.